jueves, 28 de enero de 2016

Monetizar dólares para comprar vivienda en Colombia ¿una interesante opción de inversión?

Sé que durante los último doce meses no ha existido un revuelo más evidente en torno al tema, que desde hace más de diez años que el dólar no vivía un escenario de fortaleza como la que vive en la actualidad. Sin embargo, la oportunidad que ofrece una divisa con mayor valor ha despertado el voraz apetito del área comercial de las diferentes constructoras a lo largo y ancho del territorio nacional, tratando de contener el inevitable deterioro de la demanda doméstica que se avecina con marcado ritmo. Pero aquí no habría nada fuera de lo normal, bajo condiciones de libre mercado –cabe anotar que el sector de la construcción desde el pasado año 2008 viene siendo un sector directamente intervenido lo cual le ha generado unas condiciones anormales que lo alejan de un mercado en condiciones libres tanto para la oferta como para la demanda– sin embargo, hay quienes (en los que me  incluyo) ya se preocupan de las posibilidades del mismo sector de seguir creciendo frente a los choques de mayores riesgo fundamentales –Recomiendo leer “¿Y si el enfermo no reacciona favorablemente ante el medicamento (los subsidios)?”–.

Ahora lo que cabría preguntarse es ¿vale la pena monetizar dólares (para residentes y no residentes en Colombia) para dirigirlos al sector de la construcción en el país como una interesante opción de inversión?. Recientemente a través de mi cuenta de Twitter (@jalzateM) realicé una encuesta abordando la anterior pregunta; si bien la población de la muestra es relativamente pequeña (14 personas votaron) serviría muy seguramente para evaluar una tendencia. De esta manera el 71% de los encuestados respondió que “SI” cambiaría sus dólares por pesos para comprar vivienda en el país, el 21% respondió que “NO” y el 8% restante quedó inmerso en el “No sabe/No responde”. Es decir, que para la mayoría este sería un gran momento para realizar una operación de este tipo, sin embargo, miremos algunos datos que serían muy interesantes evaluar antes de continuar:




Si miramos con detalle el anterior cuadro veremos que para el ejemplo hablaremos de un inmueble por valor de $200.000.000 de pesos, una proyección de devaluación para el 2016 entre el 17% y el 25%, que el inmueble se ubica en estrato cinco y que el incremento por avaluo catastral a nivel nacional (según Conpes) es del 3.0% para el 2016. De esta manera, tendríamos que usted señor inversionista pasaría de una moneda que gana valor alrededor del mundo para pasar a una que pierde terreno a una velocidad de dos dígitos porcentualmente hablando.

Desde un inicio parecería una generosa opción esta oportunidad, debido a que la transacción en dólares pasaría de USD$83.595 en 2014 a USD$65.408 aproximadamente al cierre del 2015; es decir, que usted sin hacer ninguna operación financiera sobrenatural dejaría de sacar de su bolsillo USD$18.188 (una cifra nada despreciable), para comprar ese activo en Colombia. Ahora bien, miremos ¿Cuánto rentaría en términos reales esos pesos? Si miramos por flujos y exponiéndolos a la velocidad en que pierde poder adquisitivo la moneda local (Peso Colombiano COP) quedaría en una tasa real para el cierre del 2016 del 1.48% –cifra muy cercana a la tasa de negociación de los Bonos del Tesoro a diez años que se ubica en el 1.99%– valor que estoy comparando con bonos a diez años por la naturaleza del activo (inmueble) que es de largo plazo, aunque esto no significa que el inversionista se vea obligado para quedarse con el mismo hasta el vencimiento (Bonos) o que el inmueble se caiga por edad.

Por lo tanto, en primera instancia tener un activo que en tasas reales para el ejercicio del 2016 se mueve en torno al 1.50% aproximadamente en una moneda que afrontaría un segundo año con una devaluación frente al dólar de dos dígitos, sería una opción totalmente destructiva en términos de valor. Ahora evaluemos el entorno fundamental que traería vientos en contra para el desempeño de la economía y que implicaría impactos directos a la capacidad de consumo de los hogares en Colombia. Uno de los principales detonantes bajo mi parecer al poder de compra de los colombianos es la potencial reforma tributaria estructural que propondría la comisión de expertos, en donde se carga de manera importante el consumo privado en todas sus esferas para liberar la concentración tributaria que pesa sobre la empresa privada en el país. Lo anterior, no sólo lesiona la posibilidad de consumo sino que también llega en el peor momento para la moneda domestica, es decir, que no es nada satisfactorio para nadie despedir un año (2015) con un proceso de precios en empinada alza y recibir uno nuevo (2016) con una misma tendencia en precios y la noticia adicional de incrementos por efecto de una posible reforma que ampliaría de manera importante la base tanto de contribuyentes como de bienes a los cuales gravar. Pero lo delicado para el sector de la construcción que sería para los activos a analizar es la posibilidad de “Otra propuesta controvertida en relación con el IVA es gravar con este impuesto, con una tarifa reducida, la construcción y venta de inmuebles nuevos, excepto los destinados a vivienda de interés social y vivienda prioritaria” de esta manera vuelvo y pregunto ¿cree usted que los precios de estos activos seguirán subiendo?

Ahora bien, si le agregamos a la evaluación anterior el comportamiento en el precio del sector tanto en Estados Unidos como en Colombia tendríamos un argumento de mayor peso para concluir una respuesta que nos dé una dirección más clara para alguno de los dos lados. Si miramos lo que viene sucediendo con la venta de casas nuevas en Estados Unidos (ver gráfica siguiente) vemos que vivió una fuerte y pronunciada caída hasta el año 2008, para consolidar un rango lateral en su evolución hasta el año 2013. Es decir, que podríamos afirmar que el sector viene en lenta pero franca recuperación como se evidencia en la siguiente gráfica.



Por otra parte y contrastando la curva de los precios de la vivienda en Estados Unidos evaluemos que viene sucediendo con los mismos en Colombia. Como se puede apreciar en la siguiente gráfica en Colombia desde el año 2004 los precios vienen en una tendencia vertical al alza hasta el año 2014 que es el año hasta el cual el Banco de la República tiene actualizado los precios que sirven de base para el cálculo del indicador. De esta manera cabría preguntarse ¿Cuál de los dos países podría ofrecer mejores oportunidades en cuanto a margen a futuro de valorización, en Estados Unidos que viene de una fuerte contracción de precios o en Colombia que vive una efervescencia que completa ya diez años de euforia?



Fuente: Banco de la República

Entonces para concluir mi artículo y con mis argumentos expuestos sobre la mesa reiteraría mi pregunta ¿cree entonces que hoy es un buen momento para monetizar sus dólares para ingresar al sector de la construcción como una opción de inversión? Mi respuesta sería un rotundo no y por el contrario yo estaría comprando dólares para invertir en el sector de la construcción en Estados Unidos muy en contravía de lo que se recomienda por todo tipo de medio de comunicación, migrando de una moneda que se debilita y afronta importantes choques de inflación –recomiendo leer “El nuevo billete de $100.000, una situación que expone el deterioro real del poder adquisitivo en Colombia”– y por lo tanto mayores riesgos de pérdida en términos reales del poder adquisitivo de la misma. Así que el debate aunque está abierto para mí esta cerrado con estos argumentos que hacen de esta decisión la peor decisión en términos de rentabilidad reales a corto plazo. Y por lo tanto no recomendaría para nada monetizar sus dólares para ingresar en el sector inmobiliario en Colombia.

Javier Andrés Alzate M
Trader-Coach-Fundador
EDUBURSÁTIL
http://edubursatil.blogspot.com.co/

lunes, 25 de enero de 2016

Esta es tal vez la razón por la cual muchos fallan a la hora de invertir en Acciones

Antes de llegar a ser corredor de bolsa, debí sufrir un largo camino como inversionista donde aprendí en medio del ensayo y afrontando el error; lo que se debe tener en cuenta a la hora de encarar una operación potencialmente de inversión. Sin embargo, hoy en día que logro acumular más de diez años de experiencia en el mercado público de valores como inversionista y más de siete como profesional del mismo mercado, puedo afirmar que hay una serie de variables que muchos pasan por alto cuando desean invertir a través de la Bolsa de Valores de Colombia con alguno de sus instrumentos y que pueden costarle tanto, como la posibilidad de naufragar en el intento.

Lo primero que hay que aclarar es que el colombiano de a pie no comprende la relación directa que hay entre el riesgo y la rentabilidad –grave error que suele cobrar la mayor cantidad de dinero para quienes simplemente la pasan por alto– y por ello suele ser víctima del primer aviso que les exponga los grandes beneficios al menor riesgo posible, relación que lesiona toda lógica en las finanzas en cualquier parte del mundo.

Ahora bien, después de realizar la anterior pero muy importante aclaración hay que exponer la otra cara que siembra una de las principales razones por las cuales la mayoría de personas naufraga a la hora de asumir una posición a través del mercado público de valores en cualquiera de sus instrumentos queriendo convertirlos en potenciales activos de inversión. Cuando realicé una compra de acciones por primera vez, bajo la presión y la crítica de mi círculo más cercado tanto familiar como de amigos entendí que no sería fácil reaprender sobre el manejo de los instrumentos financieros que en teoría manejaba muy bien a la hora de presentar una evaluación universitaria, pero que me sentía como un completo novato a la hora de afrontar el mercado en tiempo real; la verdad era esa y no podía demostrar lo contrario, al fin y al cabo era mi primera operación. Sin embargo, desde el principio entendí que el mercado de acciones es uno de los mercados más interesantes para iniciarse como inversionista –lo considero la primera escuela– y que este sería la mejor escuela para formarme como tal. Entendiendo que asumía una exposición importante en términos de riesgo y por lo tanto direccionalmente en términos de retornos.

No hay nada más curioso que ver en Colombia a ese tipo de personas que esperan los mayores retornos deseando y casi obligando a quienes los guían a que le garantice cero exposiciones a la posibilidad de una pérdida –Recomiendo leer "Todo vehículo de inversión lo expone a escenarios de riesgo, las libranzas no son la excepción"–. Un tipo de comportamiento tan ilógico como querer aprender a nadar sin exponerse a la posibilidad de tragar agua.

Una de las principales cosas que le he recalcado a quienes han tenido la posibilidad de intercambiar ideas alrededor de las opciones que ofrece el mundo financiero, es que por mucho que odiemos al riesgo y a la posibilidad de perder, está siempre permanecerá allí y nos guste o no, no se irá a ninguna parte. Siempre el riesgo será como la lluvia que aparece en algún momento del año, por más que la odiemos o evitemos hará parte del paisaje. Sin embargo, aunque hablo con mucha naturalidad sobre esto, la verdad sea dicha, a nadie, pero absolutamente a nadie le gusta la idea de perder. Pero es por esta misma razón que ese odio a perder es la culpable de que perdemos de vista los peligros que nos depara la travesía para alcanzar ese anhelado horizonte.

Por todo lo anterior y abandonando cualquier trivialidad, es que culpo a esa falta de medir el riesgo que estaríamos “dispuestos” a tolerar como la principal causa por la cual desertamos ante el primer escenario real de perdida en alguna posición a través del mercado público de valores y en especial al mercado de renta variable (mercado accionario para el ejemplo). ¿Se ha preguntado qué ha pasado con aquellas personas inexpertas que tratan de encontrar rentabilidades asombrosas en el mercado de acciones (porque han practicado en simuladores y se han convertido en expertos inversionistas simulando) y que por el contrario han tenido que afrontar grandes pérdidas por culpa de su misma inexperiencia? ¿cree que aún intentan aprender del mercado de renta variable? La respuesta que les podría dar y con una alta probabilidad, es que la mayoría de estas, han abandonado la arena bursátil y por lo tanto se han tenido que retirar con las pérdidas a cuestas, es decir, que han naufragado en su intento de multiplicar sus recursos financieros. Y lo peor del asunto, es que hay quienes se han atrevido a afirmar después de esas malas experiencias, que asumir posiciones en activos a través de la Bolsa de Valores, es como ir a jugar al casino y apostar el dinero en la mesa de la ruleta. Infortunada analogía, pero por doloroso que nos parezca sucede y sucede más por la impotencia de reconocer su ciega ambición de jugador de Blackjack que de su grandeza llena de humildad para reconocer que es un escenario para el cual hay que prepararse y prepararse muy bien para no naufragar en el intento.

Así que ahora le pregunto amigo lector ¿está usted preparado para empezar a formarse en el mundo de las inversiones? ¿cree que la opción de la perdida de dinero en el mercado accionario es una opción para los demás y no para usted? ¿qué me respondería si le pregunto por la cifra en pesos máxima dispuesta a exponer por cada posición en acciones? ¿sabe que es un stop loss? ¿sabe cómo medir la relación costo/beneficio que le puede ofrecer una acción en particular? Si le ha causado dificultades responder a una o a la mayoría de preguntas que le acabo de hacer, usted es un inversionista en potencia que debe tomar en serio la posibilidad de formarse.

Entonces ¿cómo calcular el stop loss?

¿Es usted de aquellos inversionistas que asumen una cifra en porcentaje igual como potencial de perdida para cualquier tipo de acción? El stop loss o pérdida máxima es una cifra que debe contener todos los rubros en términos de costos sobre una operación tanto en compra y como en la venta de una posición. Así que yo insisto que no es lo mismo definir el stop loss de una acción muy volátil frente al stop loss de una que no es tan volátil. Y aquí discrepo sobre el cálculo del stop loss con mis colegas analistas y operadores. Para mí no es lo mismo tener un Stop loss del 5% sobre el precio del mercado secundario en una acción como lo es Bancolombia preferencial (PFBCOLOM) que el 5% sobre el precio del mercado secundario en una acción como Pacific Exploration (PREC) o Canacol Energy (CNEC). Y ¿en qué radica la diferencia? En la volatilidad que expone cada título, si el activo no es muy volátil puedo usar un Stop Loss del 5% (para el ejemplo), pero si por el contrario la volatilidad de la acción es mucho mayor ¿qué cree que sucederá con ese 5% que he definido como porcentaje máximo de pérdida? La probabilidad de ejecutarse se multiplica de manera importante. POr esto es que insisto en la formación antes de afrontar cualquier aventura en el mercado accionario indiferentemente si es el mercado doméstico o es el internacional, funciona de igual manera.

¿Qué hacer para aprender a establecer un Stop Loss (perdida máxima) y un take profit (¿toma de utilidades adecuado?

Por todo lo anterior y queriéndolo ayudar a que se familiarice con la naturaleza de riesgo de cada acción y que no sea parte de ese gran grueso de personas que han naufragado en el intento de convertirse en inversionistas activos del mercado accionario en Colombia y en el mundo, es que me he tomado la tarea de haber desarrollado una plantilla en Excel que le ayudará de manera rápida y al alcance de un click estos cálculos, donde usted podrá superar esta disyuntiva entre aprender y perder en el intento.

Una de las cosas que le deseo exponer en este artículo en torno a la relación costo/beneficio (indicador que se calcula automáticamente en el archivo del cual les hablo) es que si dicha relación da un resultado por debajo de 1,5x (x = veces) se convierte en un trade poco atractivo para ejecutarlo (demasiado riesgo para la oportunidad de retornos) y si da por encima de 3,0x debo evaluar bien si estoy siendo realista y he calculado correctamente el Take Profit (zona de toma de utilidades).

Así pues amigo lector, si usted es de esas personas que le cuesta realizar este tipo de cálculos y desea aprender con ejemplo. Muy seguramente estará interesado en conocer ¿de qué se trata este archivo de Excel? Por lo tanto, lo invito a que vea el siguiente video rápido de ¿cómo funciona la herramienta? – herramienta que le recomiendo– y conozca el proceso de cómo acceder a ella. Porque recuerde que solo aquellos que se preparan logran no solo sobrevivir, sino que también disfrutar de este maravilloso mundo del dinero y la bolsa.

Aquí les comparto el video:



Si no puede visualizar el vídeo de manera correcta, use este enlace para verlo: http://ow.ly/ZpDaZ





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Si se le presente algún problema en el momento de realizar su compra no dude en escribirme al email que aparece abajo en la firma (javier.alzate@edubursatil.com) para poder ayudarle en el proceso.

Javier Andrés Alzate M
Trader-Coach-Fundador
EDUBURSÁTIL
Javier.alzate@edubursatil.com
http://edubursatil.blogspot.com.co/

viernes, 15 de enero de 2016

El gran error a la hora de usar la cuenta de ahorros

Cómo lo han podido notar aquellos que han visto mi perfil profesional publicado no sólo en este blog sino para quienes me siguen en las redes sociales (@jalzateM -Twitter y www.facebook.com/EdubursatilSAS/ -facebook) y han tenido la oportunidad de compartir auditorios donde he sido el conferencista, saben que soy trader moneda legal para la mesa de inversiones –es un área que hace parte de la tesorería– de una compañía del sector financiero en Colombia. Esto me ha permitido la fortuna de formarme en una escuela privilegiada desde la perspectiva de la eficiencia en el manejo del dinero que no podría cuantificar. Sin embargo, toda esta experiencia la deseo compartir con todos aquellas personas que se interesen por mejorar su perfil financiero y que estén dispuestas a liberar sus mentes de creencias y conceptos que hasta ahora creían saber sobre el dinero. Es por esto que decidí empezar con este lindo proyecto de crear este blog.

Ahora bien amigo lector, usted muy seguramente no estará esperando que yo le cuente las razones por las cuales escribo sobre temas financieros que le permitan mejorar su relación con el dinero y tiene toda la razón ¿para qué dar tanto rodeo al asunto?. Usted está esperando que yo le cuente sobre ese grave error que se suele cometer cuando se maneja una cuenta de ahorros. Lo primero que deseo hacer, es diferenciar la gran distancia que hay entre la posibilidad de ahorrar y la de invertir –recomiendo leer “CDT: ¿Un instrumento para ahorrar o para invertir?” para que pueda entender esa diferencia– debido a que este es la principal imprecisión en la que cae la mayoría de personas no sólo del común, sino de la opinión pública y quienes manejan la redacción de los medios noticiosos escritos.

Ahora bien, teniendo claro que una cosa es ahorrar y otra muy distinta invertir –estoy suponiendo amigo lector que antes de llegar a este párrafo se detuvo a leer el artículo que le recomendé anteriormente– afirmaremos entonces que la cuenta de ahorros es definitivamente un medio de pago y por ello usted muy seguramente con una alta probabilidad la usa, además de ser el vehículo por el cual usted dispone de su salario. Por esta razón, tendríamos ya un punto de partida para exponer ¿por qué es un grave error pensar que la cuenta de ahorros per se son para ahorrar queriendo retornos que conviertan ese ahorro en inversión? Y ¿por qué planteo entonces dicha inquietud? Porque soy parte de la tesorería de una entidad que pertenece al sistema financiero y conozco el trato que nos dan a los clientes institucionales[1] los establecimientos de crédito para el manejo de recursos a través de las cuentas de ahorro. Es decir, para un cliente institucional,  las tasas que ofrecen los establecimientos de crédito para manejo de recursos líquidos por rangos, se encuentra muy cercana a la tasa de intervención del Banco de la República (tasa REPO –recomiendo leer “¿Cómo diferenciar la tasa REPO y la tasa de usura?”), es decir, que no es nada descabellado encontrar tasas para cuentas de ahorros para clientes institucionales entre el 5.0%ea y el 5.90%ea dependiendo de la calificación de riesgo que exponga el banco.

Por todo lo anterior, imaginemos entonces que para un cliente institucional que maneja varios miles de millones de pesos entre sus cuentas liquidas le ofrecen tasas cercanas a la tasa REPO (5.75%ea) ¿qué tasa le pueden ofrecer a las más de 1.700.000 que reciben un salario mínimo en Colombia? Teniendo en cuenta que hay también 1.792.000 personas desempleadas que puedan tener cuenta de ahorros en caso que la tengan y dentro de un universo de 23.000.000 de personas económicamente activas (PEA). Pues amigo lector para su sorpresa (expresión que es completamente comprensible) las tasas a duras penas llegarán a ser del 2.0%ea, en caso que las condiciones de liquidez del mercado sean normales; para los casos en que salgan de dicha normalidad pues se verán posibilidades de tasas mayores bajo condiciones de montos mínimos y plazos.

¿Qué hacer entonces si usted tiene la posibilidad de ahorrar pero lo hace a través de las cuentas de ahorros?

Muy bien, si usted hace parte de ese grupo de personas que tiene la posibilidad de ahorrar –recomiendo leer: “Una formula en torno al ahorro que no aplica para todos” y “¿Por qué nos cuesta tanto ahorrar?”– entonces continúe usando su cuenta de ahorros como medio de pago y que sea también un vehículo para que los recursos que pueda retener y acumular, lleguen a un fondo de inversión colectiva de naturaleza vista (Este tipo de fondos los puede encontrar en algunas firmas comisionistas de bolsa y en entidades fiduciarias) –recomiendo leer “el poder que pocos conocen de los fondos colectivos de inversión –FIC- (al alcance de todos)”– para el caso que dichos recursos tengan como objetivo principal el manejo de la liquidez (muy corto plazo), así no sólo logrará ahorrar sino que también puede llagar a mejorar el perfil de eficiencia en el manejo de los mismos. Tenga cuidado que estoy haciendo una importante claridad en torno a la palabra eficiencia y liberándola de la palabra inversión, porque lo que estoy haciendo aquí es reeducando su habilidad financiera para manejar sus recursos y evitar que sea usted parte de ese grueso de personas que se han negado la posibilidad de aprender sobre el dinero y su manejo.

De esta forma podrá usted ahorrar usando la cuenta de ahorros sabiendo que deberá conectarla con su fondo de inversión colectivo, dándole mayor eficiencia a su manejo, entendiendo que se ahorra y no se invierte porque como lo he mencionado en los artículos recomendados anteriormente una cosa es ahorrar y otra muy distinta es invertir. Es por esta falta de claridad entre los conceptos que la mayoría de personas naufraga a la hora de direccionar su vida financiera y renuncia definitivamente a usar el poder de los distintos vehículos financieros que nos ofrece el mercado. Si logra interiorizar esto, podrá ser eficiente con su dinero al estilo de un tesorero sin necesidad que se de golpes de pecho por las sumas que maneja bajo su responsabilidad. No se requiere ser administrador de miles de millones de pesos para entender que se debe ser eficiente con los recursos en todo momento sin importar su cuantía. Porque manejar sus recursos líquidos a través de una cuenta de ahorros sin saberlo es la forma más rápida de destruir valor en torno a sus recursos financieros.

De esta manera amigo lector para poder seguir creando herramientas que le ayuden a afrontar toda esta aventura financiera me atrevería a pedirle de manera amable unos minutos más para responder esta corta pero valiosa encuesta:



Javier Andrés Alzate M
Trader-Coach-Fundador
EDUBURSÁTIL
http://edubursatil.blogspot.com.co/




[1] Cliente institucional se le conoce a aquella empresa que tenga una tesorería con una estructura interna de mesa de inversiones y/o mesa de dinero. Cómo también se le puede llamar así a los clientes profesionales según reglamentación del Autorregulador de Mercado de Valores (AMV).

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